Sarah Bahbah “Sex and takeout”
Y
es que comer y amar se convierten en actos bastante similares. Según
los científicos de la Universidad de Yale, la idea de querer comerte al
ser amado o mordisquearlo, ayuda a que regulemos nuestras emociones. No
somos capaces de contener la ternura o ese sentimiento que alguien nos
produce y las ansias de morderlo se convierten un escape para que el
cerebro no se vuelva loco de ternura. (...)
Tanto el sexo como la comida son placenteros y puedes obtener una satisfacción plena cuando los recibes. Los dos involucran los cinco sentidos y los dos pueden provocar enamoramiento. El inconsciente lo sabe (...)
Sarah se inspiró en un viaje que hacía por los Estados Unidos con un viejo amor, pidieron comida china y se recostaron sobre la cama para ver los Picapiedra en la televisión. Se encontraron en un paraíso de comida engordadora y cada minuto se convirtió en magia e inspiración para su relación: sólo los dos, sin ninguna pretensión y en el estado más natural posible, comiendo cuando quería y al natural… al desnudo." (Julieta Sanguino, Cultura Colectiva, marzo 3, 2016)
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