Naomi Harris retrata a los intercambiadores de parejas, los swingers, por todo USA. Sus poses, "la musculitos". El encuentro y sus atuendos para el encuentro: el patriótico, el clásico de lenceria, el clásico del látigo y la sumisa. (El País, 01/1102008 - y El País, 03/09/2010)
Naomi Harris, con el traje de faena imprescindible para poder realizar este reportaje
"La idea de hacer este libro surgió porque simplemente pensé que era
algo que nadie había hecho antes. Empecé a darle vueltas en marzo de
2004 y tardé aproximadamente un año en tirar la primera foto. Tuve que
contactar con los organizadores de las fiestas, pedir permisos,
explicarles lo que iba hacer?
Empecé en marzo de 2004, y las
primeras fotos las hice a principios de 2005. Entrar fue lo más difícil,
pero estoy segura al cien por cien de que, si hubiese sido un hombre,
me habrían dicho que no podía hacer las fotos.
Una
vez conseguido el permiso para entrar en las fiestas fue mucho más
fácil. Nadie o casi nadie me puso problemas para fotografiarles mientras
mantenían relaciones sexuales. Sí tuve problemas, sin embargo, con la
gente que iba bebida.
Yo estaba en las fiestas con ellos, y aunque me lo pidieron, no
participaba en la parte del sexo. Cenaba con ellos, bebía con ellos?
pero a la hora del sexo, ¡no!
Las imágenes sorprenden un poco no
sólo por el sexo, sino porque nadie tiene complejos: hay barrigas,
pechos caídos, arrugas? Nadie le da demasiada importancia al aspecto. Lo
cierto es que, una vez dentro, ves cosas que llaman la atención.
Por
ejemplo: casi todos los 'swingers' son blancos; casi todas las mujeres,
bisexuales, y el 99% de los hombres, heterosexuales. Negros sólo hay
'mandingos', y aunque no se les paga, porque sería prostitución, a
muchos les dan propinas. Todo el ambiente rezuma americanismo.
Sin
embargo, también hay contradicciones, hipocresía. Esta gente estaba un
sábado por la noche en una orgía y por la mañana se vestían y se iban a
misa. Muchos son republicanos, votantes de Bush, amantes de las armas y
muy religiosos. Hay maestros, oficinistas, policías? gente corriente
que en estas fiestas da rienda suelta a sus instintos sexuales.
Y todo muy organizado. Sus reglas son muy estrictas para no tener ningún
problema con las autoridades. Estas fiestas se hacen en 'campings',
hoteles, barcos? Ellos están en su zona y no se mezclan con el resto, no
violan ninguna ley. Incluso se llevan su propio alcohol porque la venta
de alcohol está prohibida. (...)
En estas fotografías yo buscaba representar cuan americana se siente
esta gente, con sus banderas y símbolos por todas partes. En esta imagen
se reúnen muchos de esos tópicos americanos: la cerveza, la Super Bowl ,
las mamadas ["blowjobs", en palabras de Harris]? es algo tan americano." (Entrevista a Naomi Harris, por Eduardo Parra , Quesabesde, 16/09/10)
"(...) AP: ¿Cómo reaccionaron los swingers, muchos de los cuales son tirando a maduros y nada fotogénicos desde un punto de vista tradicional, cuando te vieron?
Harris: No hacían más que decirme que dejara la cámara y participara, lo cual no me vino nada mal para el ego. El primer día, recuerdo haber visto a unas mujeres con cincuenta kilos de más disfrutando de orgasmos múltiples. Me pregunté por qué a mí no me pasa eso.
AP: ¿No objetaron ante tu presencia?
Harris: A veces alguno decía: “¡Ya está bien de fotos!”. Pero a menudo les excitaba. Muchos de estos individuos son exhibicionistas, así que no les importaba. Sólo fotografié a aquellos que me firmaron una hoja de autorización.
AP: ¿Hiciste un esfuerzo por pasar desapercibida?
Harris: Intenté ir vestida según los temas. Si era una fiesta nudista, iba desnuda. Otras veces me vestía sexy, con pantalones cortos ajustados y sujetador. Creo que es mejor no destacar demasiado para hacer las fotos. Consigues que la gente se cuestione menos qué es lo que estás haciendo allí. (...)
AP: He visto que la galería de swingers de tu página web está protegida con contraseña. ¿Por qué?
Harris Al principio no lo estaba. En un primer momento pensé que la gente se daría cuenta de que si soy capaz de fotografiar a gente como ésta, que no es precisamente chic ni sofisticada, y conseguir que se sientan a gusto, entonces es que puedo fotografiar a cualquiera.
Pero he perdido algunos trabajos comerciales debido a esas fotos. Hubo uno en concreto en el que prescindieron de mí después de haberme hecho volar hasta Carolina del Norte. Un ejecutivo vio las imágenes en mi web y se sintió incómodo.
Es curioso. Creo que si fotografiase chicas jóvenes y atractivas, sería como Terry Richardson. A él todo el mundo le halaga y le admira por crear imágenes altamente sexuales. Eso te demuestra el doble rasero de nuestra sociedad: las chicas jóvenes y atractivas pueden follar, pero los demás deberíamos quedarnos escondidos en el armario." (Cultura Impopular, 22/03/09)
"(...) AP: ¿Cómo reaccionaron los swingers, muchos de los cuales son tirando a maduros y nada fotogénicos desde un punto de vista tradicional, cuando te vieron?
Harris: No hacían más que decirme que dejara la cámara y participara, lo cual no me vino nada mal para el ego. El primer día, recuerdo haber visto a unas mujeres con cincuenta kilos de más disfrutando de orgasmos múltiples. Me pregunté por qué a mí no me pasa eso.
AP: ¿No objetaron ante tu presencia?
Harris: A veces alguno decía: “¡Ya está bien de fotos!”. Pero a menudo les excitaba. Muchos de estos individuos son exhibicionistas, así que no les importaba. Sólo fotografié a aquellos que me firmaron una hoja de autorización.
AP: ¿Hiciste un esfuerzo por pasar desapercibida?
Harris: Intenté ir vestida según los temas. Si era una fiesta nudista, iba desnuda. Otras veces me vestía sexy, con pantalones cortos ajustados y sujetador. Creo que es mejor no destacar demasiado para hacer las fotos. Consigues que la gente se cuestione menos qué es lo que estás haciendo allí. (...)
AP: He visto que la galería de swingers de tu página web está protegida con contraseña. ¿Por qué?
Harris Al principio no lo estaba. En un primer momento pensé que la gente se daría cuenta de que si soy capaz de fotografiar a gente como ésta, que no es precisamente chic ni sofisticada, y conseguir que se sientan a gusto, entonces es que puedo fotografiar a cualquiera.
Pero he perdido algunos trabajos comerciales debido a esas fotos. Hubo uno en concreto en el que prescindieron de mí después de haberme hecho volar hasta Carolina del Norte. Un ejecutivo vio las imágenes en mi web y se sintió incómodo.
Es curioso. Creo que si fotografiase chicas jóvenes y atractivas, sería como Terry Richardson. A él todo el mundo le halaga y le admira por crear imágenes altamente sexuales. Eso te demuestra el doble rasero de nuestra sociedad: las chicas jóvenes y atractivas pueden follar, pero los demás deberíamos quedarnos escondidos en el armario." (Cultura Impopular, 22/03/09)
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