"En
enero de 2014 viajé por primera vez a América Central y encontré un
interesante grupo de viajeros establecidos en un
albergue en una isla en Nicaragua.
Aquí,
en este país de las hadas, situado en el borde rocoso de un
lago, debajo de un volcán dormido, personas de todo el mundo se reunen con la misma misión: liberarse de las limitaciones de la sociedad y sentirse vivos.
Me recordó a una fiesta sin fin en la isla de Nunca Jamás de Peter Pan. Fascinada por este lugar y sus habitantes, que parecían tan
increíblemente libres, decidí volver en diciembre de 2014, con mi cámara
en un auto-experimento.
Nuestra comunidad se convirtió en nuestra nueva familia. De vuelta a casa nada nos esperaba. Habíamos dejado atrás la sociedad cuando nos fuimos de nuestras ciudades de origen. Habíamos entrado en un mundo diferente. Algunos miembros del personal estaban aquí desde hace años; fiesta siempre, comer y dormir sólo cuando sea necesario.
Los clientes normales y los residentes nos tenían envidia, por nuestra vida paradisíaca. Una
línea de Ritalin por la nariz alivia levantarse de la cama para el
turno de la mañana, seguido de una cerveza de desayuno, almuerzo seguido
de cervezas, cervezas y cervezas a mediodía y de noches. El Valium era popular para poder dormir.
Bebimos todos los días, incluso cuando no teníamos muchas ganas de emborracharnos. Casi todos los días nos encontramos en una euforia etílica, seguida por el agotamiento de la resaca. Después
de unas semanas de integración con éxito, el entusiasmo inicial de
este viaje-utopía se transformó cada vez más en una especie de distopía.
Las personas que vivían en este albergue entendieron su libertad en el hedonismo. El exceso los unía y les dio identidad. El que encontró el éxito en los juegos de beber se hizo cada vez más aceptada, se hizo amigo y se le dio la bienvenida. Cuanto más lejos alguien estaba dispuesto a ir, más era reconocido y alabado.
Los juegos de beber se convirtieron en rituales que rápidamente se convirtieron en competiciones. La importancia del sexo se pasó a ser más significativa. Nuestra comunidad se define por el exceso y es mantenida por normas estrictas.
Lo
que comenzó como un proyecto de libre pensamiento se convirtión con el tiempo en una alegoría de lo primitivo de la humanidad cuando se deja a
sus propios dispositivos. Mi
vida en la isla fue marcada con repetidos excesos, choques
emocionales y físicos, conversaciones superficiales con los clientes
que cambian a diario, y la sensación de un deja-vu permanente.
El vídeo ilustra este Deja-vu y representa la repetición de cada nuevo ciclo de invitados. "La felicidad" se equipara con el exceso."Mi
obra es un retrato de la sociedad actual y cuestiona la idea romántica
idealizada de la mochila a largo plazo en los países en desarrollo.
"Fuimos a Playa Maderas y hablaron a muchos viajeros, surfistas y locales con la esperanza de que les gustaría posar para nosotros, a cambio de la ropa. Esta acción espontánea resultó ser muy positiva con grandes resultados y un montón de sonrisas!"
"Koh Phangan, la mágica isla situada en el golfo de Tailandia...Hay una pequeña pero próspera comunidad de yoga y la espiritualidad en nuestro pequeño pueblo de Sri Thanu. Gaia Yogashala es una escuela de yoga que ofrece una amplia gama de programas en profundidad, cursos de formación, talleres, eventos y clases. Los propietarios y Ajay Tal han hecho un gran trabajo de forjar su propio oasis de yoga derecha de la playa enclavado en el medio de un bosque de árboles de coco."
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