"A Rose una vez un tío le ofreció 200 dólares. "Vaya, eso son muchos
bailes, cariño", replicó. "No es para que bailes, es para que me la
chupes. Chúpamela, venga". Esta jovencísima pelirroja con piernas
esculturales cuenta esto
entre risas, en el sofá de la casa que comparte con su perro salchica y
Tatum, otra veinteañera atractiva que baila con ella en un stripclub de Dallas (Texas, EEUU) y que añade que "podría volverse lesbiana en cualquier momento del trabajo".
Rose y Tatum se desnudan para hombres y conviven en la que se conoce como la capital de los clubs masculinos de EE UU. Paradójicamente, en Dallas uno puede visitar los stripclubs más llamativos y acudir a una de sus mastodónticas iglesias para clamar su amor por Jesús. El fervor religioso y la industria para adultos (coloquialmente conocida como la de los tittys club -clubs de tetas–) conviven a la par en una curiosa burbuja.
Todo este ecosistema llamó la atención de Poppy de Villenueve, una directora y fotógrafa que ha trabajado para el New York Times, el Telegraph, Nike, Benetton o Michael Kors y que ahora ultima los detalles de su primer documental: Illusions: girls, girls, girls.
"Siempre
veía todos esos carteles al otro lado de la carretera y me preguntaba
cómo vivirían esas mujeres. ¿Qué significa trabajar allí? ¿Cómo se
llevan entre ellas? ¿Hay una sensación de comunidad? Decidí grabar el
documental porque estaba convencida de que las experiencias de estas
chicas son mucho más universales de lo que pensamos", explica la
directora por correo electrónico. " (Noelia Ramírez, El País, 30 de julio de 2015)
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