"La juventud trata de ser loco, estúpido y con hambre de sexo, ¿o no?.
Quizá
algunos estarán de acuerdo y otros no tanto, pero es menester admitir
que un gran porcentaje de la población juvenil a nivel mundial se ha
dedicado a freír sus cerebros con el consumo excesivo de drogas,
a maltratar su cuerpo a través de bestial sexo sin protección y a poner
en juego su futuro sin tener la más mínima preocupación. No me
malentiendan, no se trata de un discurso mojigato a favor de una vida
puritana (...)
Soy
partidaria de que, especialmente como jóvenes, debemos vivir todo tipo
de experiencias por lo menos una vez en la vida. De otra manera, ¿cómo
construimos nuestro propio criterio? ¿cómo decidimos qué nos gusta y
qué no, qué es correcto y qué no lo es tanto? (...)
Esta esencia de
la juventud, loca y desenfrenada, osada y de alguna manera vacía, fue
capturada bajo la lente del fotógrafo Igor Samolet en su serie “Be
happy!”, que muestra las crudas imágenes de un grupo de jóvenes en un
pequeño poblado de Rusia.
Igor se
sintió profundamente atraído por el grupo de jóvenes veinteañeros por
su manera de afrontar la vida: despreocupada e irresponsable. Samolet
encontró la manera de inmiscuirse en la pandilla y curiosamente, fue muy
bien recibido; sin embargo, su deber como fotógrafo era no juzgar su
comportamiento y en el momento que detectara el menor rastro de
desaprobación, debía retirarse, capturando sólo los momentos con que se
identificara y pudiera comprender.
El
fotógrafo ruso encontró en la conducta de estos jóvenes un vacío
interminable disfrazado de extraversión. Samolet dice: “Sí, estos chicos
tienen padres, fueron a la escuela y después a la universidad, incluso
se graduaron. Pero sus familias no pudieron proveerlos de la motivación
para construir un futuro feliz, y es por eso que no quieren pensar en
ello. En lugar de eso, han decidido vivir aquí y ahora sin
pensar en las consecuencias (…)
ignorándolas permanentemente bajo el
efecto del alcohol y la celebración”.
Igor aclaró que no se trata de un proyecto que intente proyectar un drama social, sino que lo que realmente quiere reflejar en sus retratos, son los sentimientos más importantes durante la juventud: la amistad y el amor.
“Su deseo de ser felices está siempre presente”, dice Samolet, y es por eso que eligió tal título (“Be happy!”) para su serie. “Realmente deseo que cada uno de ellos encuentre su felicidad”, expresa el artista, al contrario de lo que podría parecer una ironía en su muestra fotográfica." (Andrea Trujillo , Cultura Colectiva, 17/01/16)
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